Información de Wakesurf

El wakesurf ha sido el último deporte náutico de arrastre en llegar a España. El rider, montado en una tabla similar a la de surf pero algo más pequeña, es arrastrado por un lancha, convenientemente lastrada, hasta que ésta alcanza una velocidad de entre 12 y 15 km/h. En ese momento se habrá generado una ola suficiente para que el rider suelte la cuerda y comience a surfear la ola. Una de las razones por las que este deporte es tan desconocido, es que el barco debe ser de eje para evitar el riesgo de alcanzar la hélice, que podría darse con motores fuerbaborda o intra-fuera borda.

El wakesurf es lo más similar a hacer surf pero con algunas ventajas: puede practicarse en pantanos a menos de una hora de Madrid, la ola no dura unos segundos sino todo el tiempo que el rider aguante, puede llevarse a cabo con independencia de las condiciones del agua.

Es una fusión entre el wakeboard y el surf, destaca por ser sencilla, relajada, divertida, poco exigente fisicamente y... muy divertida. Sólo se requiere un poco de habilidad, algo de práctica y, lógicamente, una embarcación adecuada. En este sentido, disponemos de una embarcación especialmente preparada para este deporte con los sistemas automáticos de lastrado y control de velocidad necesarios para practicarlo en las mejores condiciones.

Para salir en wakesurf, puede hacerse de dos maneras. La primera es directamente desde la plataforma de baño, cuando el barco ha alcanzado la velocidad necesaria. La segunda es desde el agua. Para ello es necesario colocar la tabla plana y perpendicular al barco como en el wakeboard, pero al no tener fijaciones para los pies, estos deberan situarse directamente con los talones sobre la tabla. Al arrancar la embarcación, el agua hará que la tabla se pegue a los pies y será el momento de empezar a incorporarse muy lentamente.

A partir de ese momento, es necesario encontrar la distancia de la tabla de wakesurf a la lancha, entre 1 y 3 metros, y la posición adecuada sobre la ola para que esta nos empuje y podamos soltar el cabo de arrastre. Después, hay que mantener la posición de equilibrio, subiendo y bajando la ola para lograr la aceleración o deceleración necesarias para mantener una distancia constante con el barco y no perder la ola.